En el vasto mundo digital, donde los monigotes y las personas de carne y hueso convivían, había dos figuras destacadas por su carisma y la capacidad de generar reacciones fuertes: Xori y X###, una YouTuber cuyo nombre estaba casi prohibido mencionar. Ambas figuras, a simple vista similares, escondían un pasado turbulento que había convertido su relación en una rivalidad amargamente pública pero con detalles privados que muy pocos conocían.
Xori, conocida por sus vlogs sobre viajes y aventuras en la Tierra, había ganado una audiencia que valoraba su contenido auténtico y divertido. Su canal era un refugio para aquellos que querían desconectar de las tensiones del día a día. Sin embargo, el conflicto comenzó cuando, un día, una YouTuber emergente empezó a ganar popularidad con videos llenos de humor absurdo y críticas sociales extremas. Esta YouTuber, conocida como X###, no solo era audaz, sino también problemática. Sus videos sobre temas delicados, en formato de monigotes al igual que Xori, generaban controversia. Su estilo mordaz y el contenido inapropiado le daban fama, pero también le traían enemigos.
Xori no estaba segura de cuándo comenzó exactamente a odiarla. Quizá fue el día en que X### la llamó en público "una copia barata". O tal vez fue cuando el YouTuber "Tío Horacio" expuso el lado oscuro de X###, revelando fotos y videos comprometedores que sacudieron a toda la comunidad en línea. Aunque X### negó todo, diciendo que había sido injustamente acusada, el daño estaba hecho, y para Xori, no había vuelta atrás.
Con el paso del tiempo, el nombre de X### se volvió una mancha en la historia de Xori. A pesar de todo el caos que había desatado, X### seguía haciendo videos, manteniéndose firme en su posición. Aunque Xori intentaba evitarla y seguir adelante con su vida, cada vez que encontraba su nombre o imagen en línea, era como una espina clavada que no podía ignorar.
Fue entonces cuando Xori tomó la decisión de nunca más mencionar su nombre. El odio que sentía era tan profundo que, en su mente, censurarlo era su única forma de controlarlo. En su canal y en sus redes, cada vez que hablaba de X###, el nombre aparecía difuminado, censurado o simplemente omitido. Esta decisión reflejaba su deseo de eliminar a X### de su vida, de no darle más espacio ni poder en su mente.
Un día, en medio de un evento de creadores, ambas se encontraron cara a cara. Xori, con su expresión cansada y ceño fruncido, la reconoció al instante. “Ugh, eres tú, X###”, exclamó Xori, su voz llena de frustración y un poco de repugnancia. X###, quien siempre había sido consciente del odio de Xori, simplemente respondió con frialdad: "Sí, lo sé, soy yo". La tensión en el aire era palpable, casi como si el odio que compartían fuera un tercero presente en la conversación.
Ambas sabían que, a pesar de todo, nunca dejarían de cruzarse en ese vasto mundo digital. Pero también sabían que, por mucho que se odiaran, había algo más profundo que las conectaba: una historia compartida, una batalla que ninguna de las dos había pedido, pero que ambas seguían librando, silenciosamente.
Algunos seguidores comenzaron a especular que detrás de todo ese odio había algo más, algo que ninguna de las dos estaba dispuesta a revelar. ¿Quizá Xori había visto algo en X### que le recordaba a sí misma? ¿O tal vez X### ocultaba una verdad que solo Xori conocía?
La censura del nombre de X### seguía siendo un misterio, una decisión que muchos de sus seguidores nunca entendieron del todo, pero respetaban. Para Xori, sin embargo, no era solo una forma de borrar a su enemiga. Era su manera de mantener el control en un mundo donde, a veces, lo más difícil es enfrentar a aquellos que sacan lo peor de ti.
Y así, Xori continuó con su vida, enfocada en sus aventuras y proyectos, mientras que X### seguía en su propio camino, haciendo videos absurdos que generaban risas y críticas en igual medida. Pero en el fondo, ambas sabían que su historia no había terminado, y que, en algún momento, sus caminos se cruzarían de nuevo.
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